¿ESTÁ LA DUREZA DEL AGUA SU LEGISLACIÓN REGULADA RELATIVA AL AGUA DE CONSUMO HUMANO?

Como hemos comentados en otros blogs, recordamos que se entiende por dureza total del agua la suma de las durezas individuales debidas a los iones de calcio y magnesio en forma de carbonato o bicarbonato. La dureza total de las aguas es un valor que tiene bastante significado en la calidad físico química de un agua.

Sin embargo, en la legislación española vigente sobre agua de consumo humano, el Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano, NO se ha establecido límite alguno para el parámetro de la dureza del agua.

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) determina que tanto si la dureza del agua es alta o está en valores bajos no se produce ningún efecto pernicioso para la salud de las personas y la OMS no establece ningún límite para este parámetro.

Dureza del agua su legislación en Descalcificador10

Así mismo, numerosos estudios avalan la necesidad de las sales de calcio y magnesio para el organismo humano . También ciertos estudios parecen apuntar a que las aguas blandas son agresivas y facilitan la disolución de metales de las cañerías, pudiendo provocar, entre otras enfermedades, saturnismo o intoxicación por plomo en aquellos abastecimientos en que aún se conservan tuberías antiguas de plomo.

Así pues, el problema principal del uso de aguas duras, más que un problema de salud son los graves inconvenientes que presentan tanto a nivel doméstico como a nivel industrial. Por ejemplo, en el ámbito doméstico estos inconvenientes son debidos a la pérdida del poder tensioactivo de los jabones y detergentes, al producirse la precipitación del jabón por el calcio y el magnesio, que hace que aumente el consumo de estos productos, aumento de tiempo en la cocción de los alimentos, aumento de los costes energéticos necesarios para calentar el agua de consumo, etc ….                                                                                                Y en el ámbito de la industria estos inconvenientes son debidos a los problemas de incrustaciones en todos los circuitos hidráulicos que afectan tanto a incrementar los costes de mantenimiento y reparación de las industrias, como a incrementar el gasto de energía en todos aquellos equipos y procesos en los que sea necesario calentar el agua (calderas, intercambiadores de calor, inter-acumuladores de calor, trenes de lavado, paseurizadores, etc …

Con el objetivo de poder utilizar aguas con dureza alta y poder prevenir estas condiciones adversas para la salud y también poder obtener más horas de funcionamiento de los electrodomésticos, equipos industriales y circuitos hidráulicos en general, se pensó en un dispositivo que no eliminara el carbonato de calcio (CaCO₃) del agua, de manera que no afectara a la calidad del agua tratada ni modificara ninguno de sus parámetros, pero sí que transformara el carbonato de calcio en otro elemento que no presentara la capacidad de incrustación que tiene la calcita.

De este modo se ideó la tecnología de la resonancia magnética mediante pulsos electromagnéticos de baja frecuencia, en la que ésta basada los equipos ANTICAL RF, que se aplica en las conducciones de agua, para inhibir la formación de la calcita y favorecer la formación del aragonito, carbonato cálcico no incrustante.

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